Valentía del fallo

Mi anhelo de escribir lleva implícito el deseo de perfección (entiendo ésta como la expresión correcta y precisa para que mi lector comprenda lo que quiero transmitirle y, también, que reaccione inmediatamente de manera proporcionalmente justa a lo que escribí). En no pocas ocasiones ese anhelo es tan grande que, ante la posibilidad de error o de limitación, no me atrevo a iniciar el escrito en cuestión (sobre todo me refiero a largos ensayos en los que deseo cubrir con mis baldosas la totalidad del suelo que constituiría la geografía de mi escrito).

Ahora reflexiono que debo tener la valentía de equivocarme y dejar algunos cabos sueltos, baldosas sin colocar y llegar a la meta de haber plasmado limitadamente mi idea o no tendré más que sólo humo en mi mente que no podré transmitir a las otras inteligencias.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s