Dispuestos en el auto
vamos en familia
rumbo al destino vacacional
del año.
En la oscuridad
de la madrugada
tenemos trazada
nuestra meta.
A mitad del recorrido
gozamos ya la recompensa:
la imagen del amanecer
sobre el agua del mar
que se extiende infinita
tal como nuestros anhelos.
Amanece en el camino
Existo, después pienso 