Delenis Rodríguez

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Lo primero que conocí de Delenis fue su voz. Entrevistada en el programa matutino de Garabito en Guadalajara, supe que era poeta. Llamé al programa, tuve la osadía de citarla para conocernos y que ella me enseñara más sobre la escritura. Nos conocimos en uno de los pilares del Instituto Cultural Cabañas. Me preguntó si yo conocía a Víctor Manuel Pazarín. Le dije que sí. De esa feliz coincidencia todos fuimos de la opinión que nos deberíamos ir a vivir a una casa en común (fue allá por la calle Pedro Gómez Maraver). Nos acompañó también Guadalupe Ángeles y su hija Jaz. Lo he dicho repetidas veces, esa estadía constituyó para mí una especie de graduación en los vericuetos de la escritura, la edición y la crítica.

Delenis era, además de poeta, cantante. De modo que también nuestra casa estaba indundada de música (y pintura, cine, caricatura, etc.).

En la entrevista escucharán los recorridos nocturnos a la caza de girasones que hacíamos por las calles de la colonia Alcalde-Barranquitas. Delenis, días después de esta entrevista, me señaló que muchas cosas se habían quedado en el tintero. Y así es, siempre hay más qué decir cuando el recuerdo encuentra un pretexto para manifestarse. Delenis acostumbraba a tomar libros de reciente edición que había en la biblioteca de Víctor (pongamos por caso alguno de Bernado Esquinca) y les hacía críticas duras y burlonas cuando encontraba pasajes mal escritos. De ahí aprendí los límites de la escritura de imagen instantánea, sin reflexión sobre el lector.

En la editorial que conformaríamos bajo la dirección ejemplar de Víctor Manuel (Mala Estrella) publicaríamos por primera vez muchos de nosotros. La colección «El ser y el signo» conformaría a trece autores con sus respectivas obras. Delenis sería una de ellas, pero su edición ya no la vería en Guadalajara, esos ejemplares llegarían a sus manos cuando ella ya vivía de nuevo en La Habana.

Otra del tintero: antes de regresar a Cuba, Delenis me regalaría su pequeña biblioteca que incluía poetas cubanos, ensayos sobre educación, teatro y algunas cosas sobre filosofía. Todavía la conservo.

Delenis, como ya lo he dicho, es poeta, compositora y cantante, pero, para mí, es una gran amiga.

Desde la patria del corazón, habla Delenis.

Un comentario sobre “Delenis Rodríguez

  1. Gracias querido poeta y amigo.
    Regresar a la fuente, a la soledad de las letras y los recuerdos mágicos de la creatividad es el mejor regalo en este especial año bisiesto.

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