Conclusiones tras haber terminado el taller de fotografía de Rafael del Río.
- La asignación de un proyecto y todo lo que él conlleva (la planeación, la justificación, la visualización de nuestras tomas y nuestros resultados). Es decir, los tiempos y las acciones y hasta las reflexiones, cosas que hacemos sin la cámara y previas al disparo. Hacer todo ello me hicieron pensar que en realidad debemos aspirar a sentirnos como verdaderos fotógrafos y no como meros capturistas de imágenes.
- Dejar ya a un lado el «pisa y corre» (hacer un foto e irnos a tomar la que sigue). Darle tiempo a una sola imagen aún cuando esto suponga hacer varias tomas. Darle vuelta a las cosas, dejar pasar el tiempo, buscar la mejor composición, buscar la mejor distribución geométrica de los objetos y, sin olvidarlo, dejar que el azar participe en todo ello. Tener en mente que desplegaremos todas estas posibilidades que fotografiamos para quedarnos, al final de cuentas, tal vez con una, con la mejor.
- Dejar de ser un capturista de instantáneas. Entiendo por estas, aquellas fotos que no tienen planeación alguna, que las hacemos al momento sin ninguna intención más que capturar algo anecdótico. Buscar algo más profundo y para ello debemos convencernos de la responsabilidad de ser testigos y creadores frente a esa realidad que se despliega ante nosotros exigiendo ser interpretada. Ya no buscar hacer sólo fotos bonitas.
- Si por un lado ya atendimos a los elementos internos de la composición fotográfica (el encuandre, los elementos dispuestos dentro de nuestro cuadro, su relación correspondiente en ese espacio que les hemos asignado), debemos ya entender que tales disposiciones no son la finalidad última de nuestra foto. Esos entramados deberán ser el sostén físico para lograr mostrar al espectador una obra más social y con más impacto que las estéticas que conseguíamos con anterioridad a este taller.
- La visualización del color como una «palabra» más dentro de nuestro discurso plástico. Considerar las tonalidades resultantes para lograr una homogeneización de las fotos en grupo. Si hay saturación, continuar con los tonos fuertes; si hay difuminación, seguir con esos colores diluidos; si hay sólo blanco y negro… ¡no mezclarlo con colores!