Ángela

No fue cuestión mágica, y hasta tiene su explicación lógica (que ni siquiera científica), pero en el sepelio de mi madre la vi a ella como una sombra, como una doble imagen de la gente que la acompañaba en su último adiós. Y no sólo eso, también mis ánimos la hacían viva cuando tenía yo cosas que contarle. «Ahorita que llegue con ella le contaré que vi a la mamá de Toño… Ah, no, ya no podré contarle eso«, terminaba concluyendo con tristeza.

Mi madre supuestamente ha muerto, pero no es así, está alrededor de las personas, como un espíritu, cubriéndolas a todas ellas que la conocieron, sonriendo, escuchando, charlando la plática eterna de quienes la quisieron, y reparte bendiciones como un ángel que se despide.

Madre

Mi madre está muriendo. Y yo acá, lejos, ando en mi bicicleta. Hoy ha llovido, y está fresco el recorrido nocturno que me toca hacer a diario. Voy pedaleando y escuchando música, acabo de escribir algunas palabras en mi libreta. Recuerdo a mi madre postrada en la cama del hospital. No estoy triste, el viento golpea mi rostro y hasta sonrío. Me siento pretenenciente a algo. Soy escritor y mi madre me ha leído, me pregunta, me ha preguntado que si sigo escribiendo, que qué quise decir con esos versos de mi libro. Que acaba de leer otro libro. A mi madre le gusta la palabra escrita y le mortifica la extensión del universo. Charla con mis hijos, les pregunta sobre los espacios y los planetas a propósito, necesita maravillarse con la creación de Dios, sus nietos son el conducto de la maravilla. Ciertamente mi madre es una mujer extraordinaria.

Mi madre está muriendo. Ella sabe que yo escribo, puede entonces entregarse a su Dios creador porque en mis letras la estaré recordando mientras ella va conociendo, ligera e infinita, las maravillas de lo extenso.

Religioso (a mi modo)

El creyente reza, dice oraciones, versos aprendidos que repite y con ello se siente conectado a su Dios.

Yo soy un ser original, que emite sus propias palabras y canciones. No puedo sentirme conectado a nadie en tanto emisor. Mi forma de sentirme conectado a alguien más grande que yo es hacer mis propias creaciones carentes de carácter sobre lo divino. Y así voy sintiéndome satisfecho en mi espíritu, cada palabra escrita tiene el sabor de la redención