El creyente reza, dice oraciones, versos aprendidos que repite y con ello se siente conectado a su Dios.
Yo soy un ser original, que emite sus propias palabras y canciones. No puedo sentirme conectado a nadie en tanto emisor. Mi forma de sentirme conectado a alguien más grande que yo es hacer mis propias creaciones carentes de carácter sobre lo divino. Y así voy sintiéndome satisfecho en mi espíritu, cada palabra escrita tiene el sabor de la redención